El traspaso de la tienda no prosperó,al final,pequé de tonta,de confiada,de inocente...Roberto no se había equivocado,el Senegalés Mamadú no quería traspasar la tienda,ni quedarse con la mercancía,simplemente quiso poder instalarse en la puerta medio verano y almacenar dentro de la tiendi todas sus cosas...en fin,yo sigo pensando que tal vez no pudo,no sé,no me gusta pensar que hay gente mala o que planean las cosas tan friamente...
Recogimos,liquidamos lo que se pudo,embalamos el resto en 24 cajas que quedaron colapsando la casa de mi hermana,junto con parte de las estanterias que las usará mi niña para sus juguetes,íbamos a salir el domingo 15 pero fué del todo imposible,finalmente salimos el lunes con lo que estábamos en vigo el martes a las 6 de la tarde después de un viaje de odisea -como todos los nuestros,nada nuevo vamos-
La noche había sido durilla,mis últimas horas en la plaza bohemia,desde las cuatro de la tarde,vaciando y limpiando todo el local fueron tremendas por que ya no contaba con volver,me había despedido de todo el mundo el día anterior y,finalmente,como no dió tiempo,tuve que volver,cargar el coche como si fuese una carreta y marchar a casa de mi hermana...
Allí descargar,ordenar,organizar y cargar el coche,hasta el más mínimo huequecillo,cuna,tacatá,hamaca,módulos de la tiendi,montón de ropa,todos los juguetes...en fin,si para irme diez días a buscarla iba con 30 kilos de equipaje,podeis imaginar lo que me llevé para pasar tres meses fuera de casa...el caso es que,prácticamente,todo entró en el C3...eso sí,toda madre necesita en su vida un monovolúmen...
Marián se acostó en nuestra habitación,se quedó frita sobre mi almohada mientras mese no había forma de que se durmiese...estaba de los nervios con ese ir y venir de bolsas,juguetes y demás...
A las cinco me levanté,ya fué totalmente lacrimógeno,bajó mi hermana y que show familiar...yo me dí una ducha,preparé provisiones,biberón,y fuí a coger a la peque,entonces despertamos a tatá,no podíamos irnos sin despedirnos aún que hubiese sido mejor,más fácil por lo menos.
El que flipaba,para variar,era mi cuñado que bajó y se encontró el espectáculo de lágrimas pahino...total
Como no había pegado ojo,aún que salimos a las seis en punto,tuve que parar a las ocho para echar una cabezadita,después seguimos hasta la hora de comer mi peque,paradita de biberón mañanero,luego otra para comidita de picnic en una zona de descanso y hala,carretera,mi niña está hecha para viajar,no cabe la menor duda de ello.
La emoción fué inmensa cuando en benavente leimos por primera vez VIGO...de veras,aún que faltaba un montón y se hizo eterno -la parte más larga del camino-ya estábamos en casa,por fin...
Teléfono a cada ratito,Roberto,Ana y Marián,y nosotras en el coche,tira millas,sin parar,más que lo justo,pis y gasolina...había demasiadas ganas de estar en casa como para perder el tiempo.
La radio del coche que apenas funcíonó en los tres meses de verano no nos falló en las 12 horas de carretera,por fin,desde porriño,llamamos a Roberto para que nos esperase en el portal y así poder descargar esa locura que inundaba mi coche.
Yo no dejaba de preguntarme si Mese se acordaría del piso,de hecho,estuvo el mismo tiempo allí que en cartagena,tres meses en cada casa,y en fin,era algo que me preocupaba,que no se adaptase,que estuviese incómoda...
Era como cuando Roberto,después de dos meses,se preocupaba por si ella le recordaría,y esa misma noche,después de recogerle en el aeropuerto,se empeñó en que fuese él quien le diese el biberón -algo que demostró,obviamente que no le había olvidado,ni mucho menos-
Pero no,no hubo fallo,llegamos,vió a Roberto,se puso como loca de contenta y al llegar a casa,al portal,sonrió,arriba,simplemente hacía que la llevasemos de habitación en habitación,chillaba de contenta y aplaudía...
Obviamente quedó claro que,donde esté yo,ella está bien,pero,para las dos,nuestra casa es,de momento,este pisito...
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